Capitulo II
"5 Verdades en el Libro de Génesis"
La palabra evangelio significa “buena noticia” y toda la Bíblia, de un modo u otro, comunica el evangelio de Dios.
Para eso Dios reveló las Sagradas Escrituras, para que conozcamos aquello que Él considera es “la buena noticia” que todos los hombres deberían conocer para salud de sus vidas.
Ahora bien, el evangelio de Dios tiene una figura central y esa figura es el señor Jesucristo. Pero ¿quién fue Jesucristo? ¿cuál fue el propósito de su venida? ¿qué nos revela su obra? ¿cuáles son realmente sus logros? ¿de que modo nos puede afectar a nosotros su extraordinaria vida?.
Para comenzar a develar las respuestas a todas las preguntas que nos venimos planteando, vamos a iniciar nuestro estudio en el evangelio de Juan.
El relato nos lleva a las palabras de un profeta de Dios llamado Juan, conocido como Juan el Bautista, ya que como parte de su ministerio, lavaba simbólicamente con agua (bautizar significa “mojar, empapar”) al los que esperaban la promesa de liberación que Dios había dado. .
Juan 1:19
Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres?
Juan 1:20
Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo.
Juan 1:21
Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No.
Juan 1:22
Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?
Juan 1:23
Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.
Juan 1:24
Y los que habían sido enviados eran de los fariseos.
Juan 1:25
Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?
Juan 1:26
Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis.
Juan 1:27
Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado.
Juan 1:28
Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.
Juan 1:29
El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Juan el Bautista al ver a Jesús lo llamó "el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". La mayoría de las personas que no conocen el mensaje bíblico (entre ellos muchos cristianos) no comprenden plenamente el sentido de lo que Juan dijo con respecto a Jesús; sin embargo Juan estaba dando un mensaje muy claro a las personas que estaban allí presente. Cuando también nosotros entendamos estas palabras de Juan el Bautista, nuestra visión de Jesús nos llenará de satisfacción.
Para eso Dios reveló las Sagradas Escrituras, para que conozcamos aquello que Él considera es “la buena noticia” que todos los hombres deberían conocer para salud de sus vidas.
Ahora bien, el evangelio de Dios tiene una figura central y esa figura es el señor Jesucristo. Pero ¿quién fue Jesucristo? ¿cuál fue el propósito de su venida? ¿qué nos revela su obra? ¿cuáles son realmente sus logros? ¿de que modo nos puede afectar a nosotros su extraordinaria vida?.
Para comenzar a develar las respuestas a todas las preguntas que nos venimos planteando, vamos a iniciar nuestro estudio en el evangelio de Juan.
El relato nos lleva a las palabras de un profeta de Dios llamado Juan, conocido como Juan el Bautista, ya que como parte de su ministerio, lavaba simbólicamente con agua (bautizar significa “mojar, empapar”) al los que esperaban la promesa de liberación que Dios había dado. .
Juan 1:19
Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres?
Juan 1:20
Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo.
Juan 1:21
Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No.
Juan 1:22
Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?
Juan 1:23
Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.
Juan 1:24
Y los que habían sido enviados eran de los fariseos.
Juan 1:25
Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?
Juan 1:26
Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis.
Juan 1:27
Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado.
Juan 1:28
Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.
Juan 1:29
El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Juan el Bautista al ver a Jesús lo llamó "el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". La mayoría de las personas que no conocen el mensaje bíblico (entre ellos muchos cristianos) no comprenden plenamente el sentido de lo que Juan dijo con respecto a Jesús; sin embargo Juan estaba dando un mensaje muy claro a las personas que estaban allí presente. Cuando también nosotros entendamos estas palabras de Juan el Bautista, nuestra visión de Jesús nos llenará de satisfacción.
En primer lugar vamos considerar lo siguiente: si era necesario que el pecado fuera quitado del mundo, es porque el mundo estaba en pecado, ahora bien, ¿cómo fue que el pecado entró en el mundo? y ¿en qué consiste el pecado?.
Para buscar respuestas, nos debemos remontar al comienzo de la historia del hombre, para ello iremos al Génesis (ver nota 1).
Génesis es el título con que se conoce el primer libro de la Biblia.
Existen numerosas consideraciones acerca de los tres primeros capítulos de Génesis donde se relata el origen del universo y el comienzo de la vida humana. Sin embargo, debemos entender que aunque el relato abunda en detalles de inigualable precisión científica, no es el propósito de estos capítulos el que sepamos detalladamente cual ha sido el modo en que el universo llegó a ser, sino el darnos a conocer una serie de verdades fundamentales en cuanto a Dios y la creación.
Al decir fundamentales no sólo me refiero a la importancia que en sí mismas tienen dichas verdades, sino también a su carácter de fundamento o cimiento sobre el cual luego se edifica todo el resto del mensaje que Dios nos quiere comunicar a través de las Sagradas Escrituras.
En los tres primeros capítulos de Génesis hallamos las razones que explican al hombre, su vida, el mundo, y la presencia del mal y del sufrimiento dentro de la creación.
Es allí donde está la importancia mayúscula de estos capítulos, y de allí que estaremos dedicando un tiempo a conocer y desarrollar estas verdades, buscando hacerlo a través de las citas bíblicas más claras y sencillas, concentrándonos en el mensaje básico del pasaje y procurando no deslizarnos en detalles innecesarios al menos para los propósitos de este estudio.
Génesis capítulos 1;2;3, nos presentan 5 verdades fundamentales.
La primera verdad declara que Dios es el soberano Creador del universo.
La segunda verdad declara que en la creación hubo una primera caída y una primera ruina.
La tercera verdad declara que el hombre fue creado por Dios y puesto como corona de la creación.
La cuarta verdad declara que la creación sufrió una segunda caída y una segunda ruina.
Y la quinta verdad declara acerca de cuál es la postura de Dios frente al estado “caído” de su creación, y nos presenta su promesa de liberación.
Existen numerosas consideraciones acerca de los tres primeros capítulos de Génesis donde se relata el origen del universo y el comienzo de la vida humana. Sin embargo, debemos entender que aunque el relato abunda en detalles de inigualable precisión científica, no es el propósito de estos capítulos el que sepamos detalladamente cual ha sido el modo en que el universo llegó a ser, sino el darnos a conocer una serie de verdades fundamentales en cuanto a Dios y la creación.
Al decir fundamentales no sólo me refiero a la importancia que en sí mismas tienen dichas verdades, sino también a su carácter de fundamento o cimiento sobre el cual luego se edifica todo el resto del mensaje que Dios nos quiere comunicar a través de las Sagradas Escrituras.
En los tres primeros capítulos de Génesis hallamos las razones que explican al hombre, su vida, el mundo, y la presencia del mal y del sufrimiento dentro de la creación.
Es allí donde está la importancia mayúscula de estos capítulos, y de allí que estaremos dedicando un tiempo a conocer y desarrollar estas verdades, buscando hacerlo a través de las citas bíblicas más claras y sencillas, concentrándonos en el mensaje básico del pasaje y procurando no deslizarnos en detalles innecesarios al menos para los propósitos de este estudio.
Génesis capítulos 1;2;3, nos presentan 5 verdades fundamentales.
La primera verdad declara que Dios es el soberano Creador del universo.
La segunda verdad declara que en la creación hubo una primera caída y una primera ruina.
La tercera verdad declara que el hombre fue creado por Dios y puesto como corona de la creación.
La cuarta verdad declara que la creación sufrió una segunda caída y una segunda ruina.
Y la quinta verdad declara acerca de cuál es la postura de Dios frente al estado “caído” de su creación, y nos presenta su promesa de liberación.
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Nota 1: La palabra "génesis" es griega y significa "origen". esta palabra griega corresponde al hebreo "bereshith", que significa "en el principio"
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